La aplicación de mascarillas es una de las formas más antiguas de tratamiento de belleza en el mundo entero. Desde épocas antiguas, las mujeres de la nobleza han aplicado diversas sustancias exóticas en su piel para mantenerla suave, sedosa y además protegerla contra el envejecimiento y los agentes agresivos.
Por ejemplo las mujeres de climas muy fríos del norte, tradicionalmente utilizan grasa de animales o de peces para proteger su piel del crudo invierno frío y seco. Hoy en día, las mascarillas naturales son aún populares entre muchas mujeres, especialmente las que desean evitar el uso de productos comerciales tóxicos y prefieren nutrir, limpiar, sanar y proteger su piel con remedios no adulterados y de fabricación casera.
Aquí encontrarás información acerca de las mascarillas más eficaces especialmente seleccionadas para combatir los estragos del clima invernal. Una vez que hayas decidido cual es la adecuada para ti, es importante que comiences a utilizarla cuanto antes, para ir preparando tu piel para ese importante día.
La máscara de aguacate es ideal para la piel seca. Es muy fácil de hacer: se debe extraer la pulpa del aguacate para hacer un puré con un tenedor y añadir un toque de aceite de oliva extra virgen. Aplicar esta suave y aromática mezcla sobre el rostro. Esta máscara nutritiva proporcionará a tu piel una amplia gama de vitaminas, minerales, antioxidantes y agentes suavizantes para combatir la piel seca.
La máscara de leche cultivada es un simple y eficaz remedio para la piel cansada. Basta con aplicar un poco de yogur natural, suero de leche, crema agria o kéfir en el rostro evitando las zonas alrededor de los ojos. Relájate durante 10-15 minutos y enjuaga la cara con agua fría. Esta máscara ablanda, rejuvenece y restaura el equilibrio del pH natural de tu piel.
La máscara de huevo es buena para la piel grasa, con poros grandes. Solo debes aplicar una yema de huevo batida en todo el rostro, dejar reposar durante media hora, y enjuagar con abundante agua. Esta máscara te refrescará y al mismo tiempo reafirmará los tejidos con lo cual te verás mucho más saludable que antes. En el invierno, creará una barrera natural para proteger tu piel de los vientos fuertes y helados.
La máscara de avena es otra mascarilla muy buena para la piel castigada por el frío. Para hacerla, se mezclan en proporciones iguales copos de avena, yema de huevo y miel. Debes mantener la máscara en tu rostro durante unos 20 minutos, lavar con agua tibia y secar. Después de la aplicación, la piel se sentirá muy suave y fresca.
Otra muy nutritiva es la mascarilla de plátano. Mezcla puré de plátano con crema de leche fresca, aplícala sobre todo el rostro durante 30 minutos. Es muy útil para suavizar, hidratar y nutrir todo tipo de pieles.
Por ejemplo las mujeres de climas muy fríos del norte, tradicionalmente utilizan grasa de animales o de peces para proteger su piel del crudo invierno frío y seco. Hoy en día, las mascarillas naturales son aún populares entre muchas mujeres, especialmente las que desean evitar el uso de productos comerciales tóxicos y prefieren nutrir, limpiar, sanar y proteger su piel con remedios no adulterados y de fabricación casera.
Aquí encontrarás información acerca de las mascarillas más eficaces especialmente seleccionadas para combatir los estragos del clima invernal. Una vez que hayas decidido cual es la adecuada para ti, es importante que comiences a utilizarla cuanto antes, para ir preparando tu piel para ese importante día.
La máscara de aguacate es ideal para la piel seca. Es muy fácil de hacer: se debe extraer la pulpa del aguacate para hacer un puré con un tenedor y añadir un toque de aceite de oliva extra virgen. Aplicar esta suave y aromática mezcla sobre el rostro. Esta máscara nutritiva proporcionará a tu piel una amplia gama de vitaminas, minerales, antioxidantes y agentes suavizantes para combatir la piel seca.
La máscara de leche cultivada es un simple y eficaz remedio para la piel cansada. Basta con aplicar un poco de yogur natural, suero de leche, crema agria o kéfir en el rostro evitando las zonas alrededor de los ojos. Relájate durante 10-15 minutos y enjuaga la cara con agua fría. Esta máscara ablanda, rejuvenece y restaura el equilibrio del pH natural de tu piel.
La máscara de huevo es buena para la piel grasa, con poros grandes. Solo debes aplicar una yema de huevo batida en todo el rostro, dejar reposar durante media hora, y enjuagar con abundante agua. Esta máscara te refrescará y al mismo tiempo reafirmará los tejidos con lo cual te verás mucho más saludable que antes. En el invierno, creará una barrera natural para proteger tu piel de los vientos fuertes y helados.
La máscara de avena es otra mascarilla muy buena para la piel castigada por el frío. Para hacerla, se mezclan en proporciones iguales copos de avena, yema de huevo y miel. Debes mantener la máscara en tu rostro durante unos 20 minutos, lavar con agua tibia y secar. Después de la aplicación, la piel se sentirá muy suave y fresca.
Otra muy nutritiva es la mascarilla de plátano. Mezcla puré de plátano con crema de leche fresca, aplícala sobre todo el rostro durante 30 minutos. Es muy útil para suavizar, hidratar y nutrir todo tipo de pieles.
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